El cáncer de colon es el tumor con más incidencia entre hombres y mujeres en España, en 2024 se diagnosticaron 41.167 casos nuevos, y aunque nueve de cada 10 personas pueden sobrevivir a la enfermedad si se detecta a tiempo, presenta la segunda tasa con mayor mortalidad, tras el de pulmón. Hay millones de personas en edad de riesgo que, pudiendo hacerse la prueba de cribado, la eluden, advierte la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Para que el programa sea efectivo debe cubrir a la totalidad de la población diana, situada entre los 50 y los 69 años, y alcanzar, al menos, al 65%. Pero no lo logra. “Les lanzan un salvavidas y deciden no agarrarse”, cuenta María Luisa Campano. Le detectaron la enfermedad en 2021 tras hacerse el test al recibir una carta con el kit que favorece el diagnóstico.El procedimiento es gratuito e indoloro y está disponible en todas las autonomías. “Es facilísimo, te dan el material con las instrucciones, se efectúa en casa de forma cómoda y la muestra se entrega en el centro de salud o en las farmacias colaboradoras, en función de la comunidad”, explica esta mujer malagueña de 71 años, al referirse a los pasos que hay que dar en el hogar para facilitar el posterior análisis en laboratorio con la intención de detectar sangre en las heces no visible a simple vista. La persona debe pinchar sus deposiciones con un bastoncillo e introducirlo en un tubo muy pequeño para ser examinado.“Deberíamos hacerlo con la misma naturalidad que realizamos una analítica o nos tomamos la tensión”, opina Campano. Se recomienda que las personas en edad de riesgo participen en la prueba cada dos años. No solo ayuda a diagnosticar esta enfermedad, también detecta hemorroides o alteraciones intestinales, además de pólipos que pueden malignizarse con el tiempo si no se extirpan. De hecho, solo alrededor de un 6% de los resultados positivos son cáncer, y lo determina una posterior colonoscopia.El cribado favorece el diagnóstico precoz cuando los ciudadanos todavía no tienen síntomas. Cuanto más avanzada se encuentra la enfermedad, menos posibilidades de curación existen y más agresivos e ineficaces son los tratamientos. La invitación para acceder al programa, el suministro del kit, la entrega de las muestras y la comunicación de los resultados varía en función de la autonomía.La oferta es obligatoria en todas las comunidades para la población situada entre los 50 y los 69 años, pero su cobertura puede ser mejorable a la hora de concienciar, facilitar el acceso o emitir los recordatorios. La participación es desigual: solo Navarra y País Vasco superan el 70%. Esta última, junto a La Rioja y Castilla y León, amplían la edad hasta los 74, siguiendo recomendaciones europeas.La responsable de asuntos médicos de la AECC, Marta Blanco, cuenta que más del 70% de los casos se diagnostican en personas mayores de 50 años y solo un 13% de los cánceres, aproximadamente, se detectan en fases iniciales sin un programa de cribado. En 2024, al menos, 15.400 ciudadanos murieron en España a causa de la enfermedad.En 2007, la AECC impulsó un proyecto de investigación del doctor Antoni Castells con el que se confirmó que el test de sangre oculta en heces es una prueba válida; en 2012 se presentaron los primeros resultados en la revista académica The New England Journal of Medicine, donde se aseguraba su eficacia. En 2013, la entidad recogió 600.000 firmas para integrar el cribado en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Lo consiguió en 2014. Las comunidades contaron con un periodo de un lustro para implantarlo y de una década para conseguir una cobertura total.Campano realizó su primer test en 2017 motivada por la muerte de su marido a causa de una enfermedad digestiva y también por su profesión, pues es farmacéutica. El resultado fue negativo, pero cuando repitió la prueba en 2021, dio positivo. Se enteró 10 días después de entregar la muestra en su centro de salud al comunicárselo su médica por teléfono.El siguiente paso fue realizar una colonoscopia y un TAC, prueba con rayos X para crear imágenes del interior del cuerpo. Era un tumor maligno “en fase dos”. Los estadios del cáncer se usan para indicar su tamaño y su propagación, van de cero a cuatro —de menor a mayor gravedad, respectivamente—.“A los resultados me acompañó mi hija, ella lloraba y yo era incapaz, estaba estupefacta, me pilló totalmente por sorpresa, no había percibido ningún síntoma claro y, probablemente, llevaba años conviviendo con la enfermedad”, cuenta. Se sometió a una cirugía y a seis ciclos de quimioterapia. “Fue un seguro de vida. Si no llega a ser por aquella carta, yo no hubiera llegado a tiempo, no tengo palabras suficientes para agradecer”, insiste.No entiende la abstinencia social a la hora de realizar la prueba. Un familiar suyo había tirado a la basura la invitación al cribado tras recibirla: “Me enfadé muchísimo y le mandé ir al centro de salud a por otro kit. Bendita la hora, tenía un cáncer en una fase bastante avanzada”.Síntomas y factores de riesgoBlanco explica que los síntomas del cáncer de colon suelen ser poco específicos, con cambios en el ritmo intestinal o molestias abdominales que pueden pasar desapercibidas. “Yo también me encontraba bien, pero estaba enfermo, sin saberlo”, cuenta Joaquín Ortega, residente de 66 años en Artá (Mallorca).Participó en el cribado en 2018 y a los pocos días se enteró de que tenía un tumor. “Era un cáncer en tercer estadio”, aclara. Pese a la gravedad del diagnóstico, él no había percibido ninguna señal en su cuerpo: “Me quedé en shock, fue mi familia la que me ayudó a salir adelante”.Cuando la enfermedad avanza, la sangre en las heces puede hacerse más visible, al igual que la anemia, el cansancio o la pérdida de peso. Los antecedentes familiares y las alteraciones genéticas son un factor de riesgo, pero también el sobrepeso, la mala alimentación, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol.La AECC cuenta con 16,6 millones de euros para la investigación específica del cáncer de colon. La divulgadora científica e investigadora en la entidad Sofía Hernández explica que, aproximadamente, en la mitad de los pacientes se produce metástasis a lo largo de la enfermedad, sobre todo, al hígado y al pulmón en fases avanzadas. Uno de los retos es encontrar un tratamiento efectivo en esta etapa.Con el objetivo de evitar resistencia a las terapias, estudia “el microambiente tumoral”, las células sanas que rodean la lesión maligna y que pueden “compincharse” para favorecer el desarrollo del cáncer. De forma reciente, ha comenzado a investigar la tendencia al aumento de la enfermedad en adultos jóvenes.Ortega, tras el diagnóstico, se sometió a una cirugía y a un tratamiento de quimioterapia durante medio año. En 2024 recibió el alta médica oncológica: “En la carta del cribado no solo había un kit, venía el gordo de la lotería”.

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