“¿Qué es la poesía?“, se preguntaba, nada menos, Antonio Machado en 1931 en el discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE) que preparaba, pero que nunca llegó a leer. ”¿Qué es la poesía?“, se ha preguntado el actor José Sacristán esta tarde, en el salón de actos de esta institución, en un homenaje al escritor sevillano por el 150 aniversario de su nacimiento, que se cumplirá el 26 de julio. Sacristán ha sido el encargado de declamar un resumen del discurso de Machado, un texto al que “solo le faltaba rematar el final”, dijo el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, en declaraciones a EL PAÍS el pasado lunes.Más informaciónMuñoz Machado abrió un acto en el que había más de 500 invitados, entre ellos la presidenta del Congreso, Francina Armengol. El colofón lo ha puesto quien mejor ha musicado los versos de Machado, Joan Manuel Serrat, que ha cantado, acompañado del pianista Ricardo Miralles, cuatro temas: Retrato, Llanto y coplas, La saeta: “Oh, no eres tú mi cantar/ No puedo cantar ni quiero/ A ese Jesús del madero/ Sino al que anduvo en la mar”. Y Cantares: “Al andar se hace camino/ Y al volver la vista atrás/ Se ve la senda que nunca/ Se ha de volver a pisar/ Caminante no hay camino, sino estelas en la mar”.Joan Manuel Serrat canta en el homenaje a Antonio Machado en la RAE, este martes.Claudio ÁlvarezEn el discurso, Machado empezaba disculpándose con los académicos que lo iban a escuchar: “Perdonadme que haya tardado más de cuatro años en presentarme ante vosotros”. El autor de Campos de Castilla había sido elegido para la silla V de la academia, el 24 de marzo de 1927, “en circunstancias un tanto enrarecidas”, escribió el académico Pedro Álvarez de Miranda, en un artículo en EL PAÍS, el pasado 24 de enero. A Machado lo habían avalado tres académicos, como manda el reglamento de la casa: José Martínez Ruiz, Azorín; Ricardo León y Armando Palacio Valdés, para un honor al que aspiraba a la vez el político Niceto Alcalá-Zamora (que el 2 de diciembre de 1931 sería elegido presidente de la República).¿Por qué había dejado pasar Machado esos “más de cuatro años” para escribir su discurso? Actualmente, se da un plazo de dos años al electo para el solemne momento del ingreso. “Es un plazo dispensable, no se aplica esa caducidad”, apuntaba Muñoz Machado.El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, en el acto de homenaje a Machado este martes en Madrid.Claudio ÁlvarezEl poeta justificaba esa demora: “Todo ese tiempo ha sido necesario para que venza yo ciertos escrúpulos de conciencia. Tengo muy alta idea de la Academia Española […]. Me habéis honrado mucho, demasiado, al elegirme académico, y los honores desmedidos perturban siempre el equilibrio psíquico de todo hombre medianamente reflexivo”, se ha escuchado de la voz profunda y envolvente de Sacristán, vestido por completo de negro.¿A qué se refería el viejo profesor? Álvarez de Miranda recordaba en su artículo que el otro aspirante a la silla académica, Alcalá-Zamora, tenía en su contra nada menos que al general Miguel Primo de Rivera, el dictador que gobernaba el país desde 1923 y “muy dado a inmiscuirse en la vida de la corporación”. Así que el presidente golpista instó a los académicos a que eligieran a un escritor y no a un político. “Consta la existencia de cartas a los académicos amenazándolos”, apunta Muñoz Machado.José Sacristán aplaude a Juan Mayorga tras leer este el discurso de réplica al ‘ingreso’ de Machado en la RAE.Claudio ÁlvarezEl día de la votación el creador de Soledades ganó por 16 votos frente a ocho. Álvarez de Miranda contaba que cuando Unamuno felicitó al poeta, este le dijo: “Es un honor al cual no aspiré nunca […]. Pero Dios da pañuelo a quien no tiene narices”.El director de la RAE apunta la hipótesis de que quizás Machado “se sintió cohibido por ese apoyo político a su candidatura y no corrió en la presentación de su discurso, para que Alcalá-Zamora pudiera ser también elegido”, como sucedió poco antes de que fuera nombrado presidente de la Segunda República.Pero volviendo al discurso, Machado traza en él un autorretrato de su proverbial modestia. “No creo poseer las dotes específicas del académico. No soy humanista, ni filólogo, ni erudito. Ando muy flojo de latín, porque me lo hizo aborrecer un mal maestro. Estudié el griego con amor, por ansia de leer a Platón, pero tardíamente y, tal vez por ello, con escaso aprovechamiento”. Y ahondaba en su semblanza: “Pobres son mis letras […]pues aunque he leído mucho, mi memoria es débil y he retenido muy poco. Si algo estudié con ahínco fue más de filosofía que de amena literatura”.El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, durante su intervención en el acto celebrado en la RAE.Claudio ÁlvarezSin embargo, las circunstancias le obligaban a ponerse manos a la obra: “Vosotros me hicisteis académico y no debo yo insistir sobre el tema de mi ineptitud para serlo. Algo habrá en mí que a vuestra dilección me recomienda. Además, yo acepto el honor que me habéis conferido como un crédito que generosamente me otorgáis sobre mi obra futura. A reconocer esta deuda vengo a vuestra casa, confiado en que, al lado vuestro, podré mostraros al menos cuánto es sincera mi voluntad de pagarla”.Si Machado tenía este discurso escrito en 1931, ¿por qué no llegó a leerlo? “La actividad teatral con su hermano Manuel en Madrid es muy intensa a partir de 1931. Sus obras conjuntas se representaban mucho”, según Muñoz Machado. Además, ese año encabezaba junto a otros intelectuales la Agrupación al Servicio de la República. “Se mete de lleno en la vorágine política”. Poco después, Machado se instala en Madrid “y se lo come la gran actividad cultural de la capital”.A todo ello se suma “que el mundo de las academias no estaba muy bien visto por la República”, agrega el director de la RAE. “Con la llegada al poder del Frente Popular [febrero de 1936]hay incluso una propuesta de suprimirlas. Esto permite pensar que, para Machado, leer en esos momentos un discurso de ingreso en la RAE no era lo más conveniente políticamente. No entró en la Academia porque no quiso”.Lo que sucedió después es historia conocida: el fracasado golpe militar del 18 de julio de 1936 degeneró en la Guerra Civil. Ante la situación en Madrid, Machado se marchó a Valencia en noviembre de ese año, luego a Barcelona y finalmente al exilio en Francia, a finales de enero de 1939. Hasta su muerte en Collioure, el 22 de febrero de ese año.¿Qué es poesía?, se había preguntado Machado ocho años antes. “Sin el examen de conciencia a que el acto de presentarme ante vosotros me obliga, la poesía no hubiera sido para mí un tema de reflexión. Con excepción de algunos poetas, las bellas letras nunca me apasionaron”, confesaba. “Quiero deciros más: soy poco sensible a los primores de la forma, a la pulcritud y pulidez del lenguaje, y a todo cuanto en literatura no se recomienda por su contenido”.Así se acercaba al meollo de la cuestión. “Lo bien dicho me seduce sólo cuando dice algo interesante, y la palabra escrita me fatiga cuando no me recuerda la espontaneidad de la palabra hablada”. Al escritor la poesía que sonaba bien al oído no le interesaba si no estaba acompañada de hondura filosófica y del aliento del ser humano. “Amo a la naturaleza, y al arte sólo cuando me la presenta o evoca, y no siempre encontré la belleza allí donde literariamente se guisa”.En su exégesis sobre la poesía, Machado no dudó en señalar algunas voces que no le atraían: “Cuando leemos algún poeta de nuestros días —recordemos a Paúl Valéry entre los franceses, a Jorge Guillén entre los españoles— buscamos en su obra la línea melódica trazada sobre el sentir individual. No la encontramos. Su frigidez nos desconcierta y, en parte, nos repele. ¿Son poetas sin alma? Yo no vacilaría en afirmarlo […]”. Como Machado no pudo leer su discurso, nadie pudo contestarle por la RAE. Esta tarde se ha querido cerrar ese círculo con la réplica que podría haber pronunciado uno de sus valedores, Azorín. Ha sido con un texto elaborado por Muñoz Machado basándose en un comentario del novelista sobre Campos de Castilla, y que ha leído el dramaturgo y académico Juan Mayorga con un emotivo final: “Bienvenido, Antonio, a la que siempre fue y será tu casa”.Finalmente, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha hablado de la muestra Los Machado. Retrato de familia, que acoge desde este miércoles la RAE, hasta el 29 de junio, que ya pudo verse en Sevilla, y de la que es comisario: “Es una exposición de dos grandes poetas, no de un gran poeta y otro menor”.
Antonio Machado ‘ingresa’ en la RAE un siglo después con la lectura del discurso que preparaba: “¿Qué es la poesía?” | Cultura
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