El famoso Palo del Ahorcado, que anualmente recibe a cientos de feligreses en Bogotá, está en medio de una disputa legal que dejó una reciente condena. Un juez de la República sentenció en primera instancia a una excorregidora que habría tramitado irregularmente papeles, con el fin de favorecer a uno de los hombres que alega ser el propietario.El terreno en disputa se llama La Azotea, y hace parte del conocido palo ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar. Hace cerca de 10 años, Eduardo Romano dice haber adquirido el predio con el fin de empezar a construir en él. Sin embargo, Rafael Forero reclama que el verdadero propietario es él. Ante la marcada diferencia empezó un pleito legal para definir a quién pertenecían los predios.Fue así como se radicó una querella en 2017 que le correspondió revisar a la entonces corregidora Luz Helena Guerra, quien falló a favor de Forero como el poseedor del terreno. La decisión llamó la atención de la Fiscalía, que empezó a investigar a la exfuncionaria por presuntamente haberse apartado de sus deberes.Luz Helena Guerra, excorregidora condenada por disputa legal del Palo del Ahorcado. Foto:Archivo particular y archivo El TiempoEn un proceso paralelo a la disputa legal por La Azotea, la Fiscalía imputó a Guerra por los delitos de prevaricato por acción, prevaricato por omisión y falsedad en documento público, por los cuales fue condenada la semana pasada.En una audiencia a la que tuvo acceso EL TIEMPO, un juez de la República dictó su sentido de fallo condenatorio al encontrar que Guerra sí alteró documentación para favorecer a uno de los reclamantes. “Una vez culminado el debate probatorio, practicado en sede de juicio oral, el estrado judicial considera que la Fiscalía logró llevar al estrado judicial a un conocimiento más allá de toda duda razonable respecto a los hechos jurídicamente relevantes, como las circunstancias, así como también la responsabilidad penal de la acusada, Luz Helena Guerra”, dijo el juez.Palo del Ahorcado. Foto:Milton Diaz / El TiempoY añadió que el día en que emita toda la sentencia de primera instancia, se explicarán los pormenores de por qué la excorregidora es culpable de los cargos que le leyó la Fiscalía.En el caso, Eduardo Romano es víctima y tiene como abogados a Felipe Alzate y Simón Hernández, que en la audiencia mencionó que a su criterio, la pena a la excorregidora tiene que partir del primer cuarto, que va de 48 a 72 meses de cárcel. Finalmente, dijo que calculando los tres delitos, el monto tendría que ser de 101 meses de prisión, y que la procesada no debe recibir beneficios como la casa por cárcel.”Es evidente la intensidad del actuar de la señora Luz Elena Guerra, quien como ya se ha podido establecer desde un primer momento, pretendía fallar sobre predios que no le fueron solicitados, que no le fueron requeridos. Además, en favor de un tercero y en perjuicio de quienes sí los había adquirido de manera legítima. Acá se actuó con dolo (…) La necesidad de la pena en este caso es clara, y más por el hecho de haber sido servidora pública y utilizar esa dignidad para defraudar terceros”.Simón Hernández, abogado penalista. Foto:Archivo particularSegún el defensor, debido a este proceso penal su cliente no ha podido construir todavía en los predios La Azotea I, II y III. “Lógicamente nadie quiso invertir en este precio, la Alcaldía no quiso tener ningún tipo de concepto favorable para la construcción en terreno, justamente a la espera de la decisión de su señoría, que ya pudimos culminar en primera instancia, en lo que yo he llamado un calvario. Eduardo terminó perdiendo casi todo su patrimonio”, dijo.Por su parte, el penalista Miguel Ángel Miño, defensor de la excorregidora, indicó que intervendrá en una próxima diligencia, que quedó para el próximo 27 de septiembre a las 10 de la mañana; mientras que la lectura de la sentencia se programó para el 23 de octubre a las 8:30 de la mañana. Ese día, el juez dará a conocer el monto de la pena.Predio en el Palo del Ahorcado, al sur de Bogotá. Foto:Archivo particularCarlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

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