En el sistema legal colombiano, no todos los hurtos son iguales ante los ojos de la justicia. Aunque el acto de apoderarse de un bien ajeno es el núcleo del delito, un factor determinante para establecer la gravedad de la conducta y la eventual condena es la “cuantía”, es decir, el valor económico de lo sustraído.El Código Penal (Ley 599 de 2000) utiliza la cuantía como un medidor para clasificar la severidad del hurto. Esto se debe a que el derecho penal busca proteger el bien jurídico del “patrimonio económico”, y la afectación a ese patrimonio no es la misma si se hurta un objeto de bajo valor que uno de gran costo.Generalmente, las penas por hurto se establecen en rangos que dependen de si el valor de lo robado supera o no ciertos montos, los cuales a menudo se miden en salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV).La definición la establece del código penal. Foto:Freepik,Sin embargo, el valor monetario no es el único criterio. La ley también introduce un concepto pedagógico clave: el impacto real sobre la víctima. Un hurto puede agravarse no solo por el alto valor del objeto, sino también si, siendo de un valor inferior, “haya ocasionado grave daño a su víctima, atendida su situación económica”.Esto significa que la justicia debe ponderar el contexto. No es lo mismo sustraer una suma de dinero a una gran corporación que sustraer esa misma cantidad a una persona cuyo sustento depende de ese ingreso. La ley busca medir la “lesividad” real de la conducta, es decir, el daño efectivo causado.La decisión fue emitida por la Sala Especial de Primera Instancia del alto tribunal. Foto:CortesíaEs importante aclarar que la cuantía es solo uno de los factores. El delito de hurto puede agravarse por otras circunstancias, independientemente del valor de lo robado. Si se utiliza violencia sobre las personas (lo que comúnmente se conoce como atraco o robo), si se emplean armas, si se coloca a la víctima en indefensión o si se aprovecha una calamidad, el delito se califica o agrava, y las penas aumentan considerablemente.De esta manera, el valor de lo hurtado es una herramienta fundamental para que los jueces puedan aplicar un principio de proporcionalidad, asegurando que la respuesta del Estado sea acorde no solo al acto de tomar algo, sino al verdadero impacto que ese acto tuvo sobre el patrimonio y la vida de la víctima.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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