La empresaria, estrella de la telerrealidad y aspirante abogada Kim Kardashian (Los Ángeles, 45 años) siempre obtiene lo que quiere, y esta vez no ha sido la excepción: tiene en sus manos la Biblia de su difunto padre que intentó comprar antes de que saliera a subasta. Robert Kardashian le regaló al también fallecido exjugador de fútbol americano y actor O.J. Simpson este libro sagrado el día después de que lo arrestaran por el asesinato de su exesposa, Nicole, y el amante de esta, Ronald Goldman. “O. J., este libro te ayudará. Dios te ama y te hablará con sus palabras. Lee este libro todos los días. Dios tiene un plan definido para tu vida. Eres su hijo y te usará de nuevo. Te amo y Dios te ama”, puso en la dedicatoria que escribió en 1994, cuando ejerció como uno de sus abogados en el mediático juicio que le absolvió. La dueña de la firma SKIMS hizo una oferta de 15.000 dólares antes de que esta reliquia saliera a la venta, pero el albacea de la herencia de Simpson, Malcolm LaVergne, la rechazó porque el artículo ya estaba contratado para ser subastado por la casa Goldin Auctions. Finalmente, esa Biblia se vendió el pasado marzo por poco más de 80.000 dólares.Ahora se ha sabido que la más rica y famosa de las hermanas Kardashian fue quien compró de forma anónima la Biblia de su padre. Ha sido la propia Kim Kardashian quien lo ha revelado en el episodio más reciente de su reality familiar The Kardashians. Según se ve en el capítulo, mientras está en la cocina con su hija Chicago, de siete años, abre un paquete del que saca la Biblia, encuadernada en cuero marrón, que no había visto aún desde su compra. “Si alguien se pregunta quién ganó esa subasta de O.J. Simpson, más vale que crean que fui yo”, dice frente a las cámaras. Además, sugiere que fue Malcom LaVergne quien habría filtrado los correos electrónicos donde ella expresaba su deseo de comprar el libro religioso directamente de él y evitar una puja que, al final, le ha salido cara —unque al principio la también actriz dijo que estaba dispuesta a pagar hasta 30.000 dólares, pujó más del doble—. Más informaciónLa reliquia familiar de la subasta, organizada por la casa que ofrece objetos de deportistas estadounidenses, formaba parte de las pertenencias que LaVergne está vendiendo para saldar las deudas que dejó el jugador de la NFL tras su muerte, el año pasado por un cáncer de próstata. Una deuda que asciende hasta 36 millones de euros entre otras, por las del juicio del asesinato. Mientras examina las páginas, Kardashian se da cuenta de algo: esa era la Biblia personal de su padre, fallecido de un cáncer de esófago en 2003, y sus iniciales están grabadas en letras doradas en la portada. Se percata de otro elemento y dice: “Esta no es la letra de mi papá. Así que debe ser de O.J.”. Mientras tanto, su hija pequeña no entiende lo que estaba pasando, así que su madre le tiene que explicar parte de la historia: “Él [Simpson] fue a la cárcel. Es una historia larga, te la contaré cuando seas mayor”. Un episodio que no le llevó a prisión, no sería hasta 2008 cuando Simpson fue condenado a nueve años de prisión, pero por otro caso por robo a mano y secuestro.El abogado Johnnie Cochran Jr. sostiene a O.J. Simpson, el 3 de octubre de 1995, mientras se lee su veredicto en un tribunal de Los Ángeles. En la imagen también están los abogados defensores, F. Lee Bailey (izquierda) y Robert Kardashian (centro).Myung J. Chun (Los Angeles Dialy News/AP)Pero la historia de la Biblia, uno de los pocos objetos personales que aún quedan de Robert Kardashian, sigue. Kim Kardashian en realidad la ha comprado como un regalo para su hermana Khloé, a quien sorprende durante la celebración de Pascua en casa de Kourtney, su hermana mayor. Al recibirla, Khloé menciona que “tras su muerte ocurrieron cosas que impidieron que sus hijos recibieran muchas de sus pertenencias”, aunque no da más detalles. Desde hace unos años, Kim Kardashian se ha dedicado a seguir los pasos de su padre para convertirse en abogada. Pero, recientemente, la empresaria compartió un vídeo en Instagram, donde reúne 354 millones de seguidores, de ella llorando desconsoladamente después de enterarse, el 7 de noviembre, de que no aprobó el examen de California que le permite ejercer. Ella ha dejado claro que lo seguirá intentando hasta conseguirlo: “He compartido gran parte de este camino con ustedes, y este verano documenté las dos últimas semanas de estudio: los buenos y malos momentos, y todo lo demás. El 7 de noviembre me enteré de que no había aprobado el examen de abogacía. Fue decepcionante, pero no fue el fin. Este sueño significa demasiado para mí como para abandonarlo, así que seguiré estudiando, seguiré aprendiendo y seguiré esforzándome hasta lograrlo”.

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