Era de madrugada, el 3 de octubre de 2016, cuando dos encapuchados entraron en la habitación del apartamento de lujo de Kim Kardashian en el céntrico y elegante barrio de La Madeleine de París, donde la influencer y empresaria se alojaba durante la semana de la moda de la capital francesa. Tres se quedaron en la plata baja. La amordazaron, la inmovilizaron atándole las manos con cables de plástico y cinta adhesiva y la desvalijaron. Nueve años después del espectacular y millonario robo, este lunes 28 de abril ha arrancado el juicio en París a la decena de los implicados en el asalto, conocidos como los “abuelos ladrones”, pues entonces eran sexagenarios.Son 12 implicados, pero comparecerán solo una decena (nueve hombres y una mujer), pues uno de los cabecillas, con alzhéimer, no podrá hacerlo debido a su estado de salud y otro falleció el pasado mes de marzo. Cinco de ellos, todos hombres, enfrentan cargos de robo a mano armada y secuestro, y pueden ser sentenciados a cadena perpetua; los otros son acusados ​​de complicidad en el atraco o posesión no autorizada de un arma. El llamado “juicio de la Rue Tronchet” (la calle donde estaba Pourtalès, que no es un hotel al uso; se alquila por completo o por plantas, según la preferencia de los huéspedes) se prolongará durante tres semanas y está previsto que Kardashian viaje a París para declarar el próximo 13 de mayo. Se considera el mayor robo a una persona que ha habido en décadas en Francia.Más informaciónEn el primer día de juicio, que se celebra en la sala Voltaire, una de las de mayor solera del histórico Palacio de Justicia de París, los acusados ​​han hablado uno tras otro en la sala del tribunal de París para confirmar su identidad y ocupación; y muchos de ellos, que ahora rondan los setenta años, dijeron que estaban jubilados.Kardashian, que entonces tenía 35 años, se encontraba en París para asistir a los desfiles de la pasarela francesa. Se alojaba siempre en un discreto hotel, bautizado como el No Adress por su discreción. El golpe fue sonado, no solo por la visibilidad de ella, sino por el modus operandi de los ladrones, vieja escuela, desde el inicio del robo hasta el final. Eran cinco, entraron con facilidad, disfrazados de policías, esposaron al recepcionista —que hoy también ha acudido al juicio— y le obligaron a conducirles a la habitación. “La de la mujer del rapero”, le dijeron. Por entonces, Kardashian estaba casada con Kanye West, de quien se divorció en 2022.Abderrahmane Ouatiki, quien era el recepcionista del hotel en el momento del atraco, a su llegada este 28 de abril al juzgado de ParísCHRISTOPHE PETIT TESSON (EFE)Subieron dos y los otros tres se quedaron vigilando abajo. Ya en el interior de la habitación, a punta de pistola, Kardashian fue inmovilizada y amordazada en su cama, y después, cuando ya le sacaron el botín, fue encerrada en el baño. Uno de los asaltantes le gritó “ring, ring”. Se refería a la alianza de diamantes que le había regalado su entonces pareja, y que ella misma había lucido y mostrado en sus redes sociales en numerosas ocasiones. Solo el anillo estaba valorado en cuatro millones de dólares. Le robaron otras joyas que llevaba consigo, entre ellas pulseras, pendientes y un reloj. El valor estimado del golpe: unos 10 millones de dólares.Los otros tres cómplices esperaban en el vestíbulo para facilitar la huida. Se escaparon en bicicleta. Durante su fuga dejaron todo tipo de rastro: huellas de ADN, restos de la cinta adhesiva e incluso perdieron un collar, parte del botín. Los agentes de la brigada de represión de la delincuencia (BRB, en sus siglas en francés) llegaron a la habitación alrededor de las tres de la madrugada y se encontraron a la actriz en estado de “terror total”. “Pensaba que iba a morir”, recordó ella en varias entrevistas posteriores.La policía identificó, tres meses después, a los asaltantes, pues se halló su ADN en las cintas para amordazarla y, al estar fichados, se les localizó fácilmente. De ahí tiraron del hilo y se detuvo finalmente a 17 personas. Uno de los implicados estaba en busca y captura desde 2010, tras haber sido condenado por tráfico de estupefacientes. Usaba una identidad falsa, pero se llamaba Aomar Aït Khedache, alias El Viejo. Con 69 años —cumplirá los 70 a finales de esta semana—, los investigadores le consideran el cerebro del plan, algo que él niega. Aomar Aït Khedache, uno de los implicados en el robo a Kim Kardashian, durante una pausa del juicio celebrado este lunes en el Palacio de Justicia de París.Associated Press/LaPresse (APN)Sí admitió haber asaltado la habitación de Kardashian, aunque sin saber quién era ella exactamente. Un “informador” le dio los detalles para hacer un “golpe fácil”. De chivato en chivato, entre ellos el chófer de Kardashian en París —que también fue arrestado—, se fue enterando de los detalles, el lugar y las fechas. “No era violento, era algo sencillo. No fue un gran robo”, dijo a los investigadores.Frank Berton, su abogado, ha dicho este lunes que esperaba que el hecho de que Kardashian sea una estrella mundial no afecte el juicio, en el que están acreditados 400 periodistas: “Este juicio atrae la atención internacional por quién es el demandante, la víctima. Lo que esperamos es que no cambie nada en la forma en que se juzgan los hechos”.Se localizó al resto de implicados gracias al análisis de las cámaras de seguridad, las del lugar de los hechos y las que había en la calle, y el análisis del teléfono del implicado. Otro de ellos, el que supuestamente estaba encargado de vender las joyas en Bélgica, falleció en prisión el pasado mes de marzo —este lunes, el presidente del Tribunal de lo Criminal de París también formalizó la extinción de la acción judicial contra él—. Las joyas desaparecieron.De los 17 detenidos —que fueron inicialmente encarcelados, aunque tras un periodo de prisión preventiva fueron dejados en libertad bajo control judicial—, finalmente fueron imputados 12, pero solo comparecerán ante los jueces una decena. Los presentes, a pesar de su edad avanzada, se enfrentarán a la megainfluencer y empresaria, que tiene 357 millones de seguidores en redes sociales. Algunos tienen problemas de audición, así que se transcribirán todas las declaraciones en la sala de visionado, abierta al público.Yunice Abbas, otro de los implicados en el robo a Kim Kardashian, a su llegada en el primer día de juicio celebrado en París.YOAN VALAT (EFE)Uno de los que asistirá al juicio es Yunice Abbas, hoy de 71 años, que ha pasado un tercio de su vida en prisión por otros delitos, y era uno de los implicados que hacía guardia en el hall y huyó en bicicleta, con el chaleco de “policía” en la espalda, según él mismo ha contado. Abbas, en cualquier caso, no ha desaprovechado la ocasión de sacar tajada de su último golpe, y publicó un libro titulado Yo secuestré a Kim Kardashian. En el escrito, se burlaba de la celebridad —contaba que ella trató de llamar al 911, que es el número de emergencias en Estados Unidos pero no en Europa—, pero también explicaba que le mandó una carta de disculpa a Kardashian desde la cárcel tras darse cuenta de los “daños psicológicos infligidos” y pidiéndole “un poco de indulgencia”.

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