En medio de la turbulencia en los mercados financieros por la guerra arancelaria de Estados Unidos, el millonario mexicano Carlos Slim ha doblado su apuesta por el sector energético. El empresario más rico de América Latina ha desembolsado en los primeros días de abril más de 3,5 millones de dólares para adquirir 208.000 acciones de la empresa de refinación petrolera PBF Energy. La compra de títulos de la compañía estadounidense ocurre en un momento oportuno, ya que las acciones de la compañía estadounidense cotizan a la baja, en un rango de 18,44 a 14,76 dólares por título. Además, con esta decisión, el empresario da una señal de confianza sobre el rendimiento y las perspectivas de la firma y de su futuro en la industria de refinación de petróleo. El magnate de 85 años, con una fortuna personal de más de 82.000 millones de dólares, ha utilizado a su firma subsidiaria, Control Empresarial de Capitales, para ganar una tajada del pastel cada vez mayor dentro de PBF Energy. Además del empresario mexicano, dentro de PBF Energy figuran como accionistas inversores institucionales como BlackRock, Vanguard y State Street Global Advisors, entre otros.Un refrán popular reza que “a río revuelto, ganancia de pescadores” y con un mercado financiero prendado por alfileres frente a la guerra arancelaria de Trump, los grandes inversionistas están a la caza de mejores oportunidades de venta y compra. En este caso, el multimillonario mexicano ha aprovechado la caída en los precios de los títulos para afianzar su posición como accionista de PBF Energy. De diciembre del año pasado a principios de abril, la participación de Slim pasó de 25,1% a 26,7%, equivalente a 30,7 millones de acciones, de acuerdo con la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). La compra de estos títulos en lo que va del año ha supuesto un desembolso de más de 43,4 millones de dólares. Aunque se solicitó al conglomerado empresarial más detalles sobre su estrategia en la firma de refinación, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.Amín Vera, director de Inversiones de Invala Family Office, explica que la caída financiera de esta semana ha supuesto para los empresarios una oportunidad de comprar barato, algo que no se veía desde 2020. El experto añade que normalmente el que un fondo de recompra adquiera acciones, y sobre todo si entra fuerte, como en este caso, es muy buena señal porque denota que los dueños consideran que el precio del título está subvaluado. “Slim quiere mandar el mensaje de que realmente cree que el precio de la acción se va a recuperar pronto y animar a otros inversionistas a que entren a PBF Energy, más o menos en este precio, y de paso, aprovechando la caída, aumentar su propia posición en la compañía”, comenta.El magnate de las telecomunicaciones en América Latina ha venido diversificado su portafolio de negocios en el sector energético en los últimos años. En 2023, a través de su empresa Grupo Carso desembolsó 125 millones de dólares para hacerse de una parte del yacimiento Zama, localizado frente a las costas de Tabasco. En diciembre de ese mismo año, pagó 530 millones de dólares por el 50% del capital de los campos petroleros Ichalkil y Pokpch, localizados frente a las costas del Estado de Campeche.Además, en junio pasado, Slim anunció que invertiría 1.000 millones de dólares para reactivar el campo de gas natural Lakach. Descubiertos en 2006, los yacimientos no se han podido explorar porque la empresa petrolera del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) había suspendido asociaciones con empresas privadas. Pemex intentó trabajar junto con la estadounidense New Fortress Energy, pero la asociación terminó a finales del año pasado. Pemex ahora trabajará con el hombre más rico de América Latina para echar a andar, finalmente y tras varios intentos fallidos, el prometedor campo de gas natural.Pese a contar con un emporio de más de 200 empresas, el imperio del magnate no ha estado exento de nubarrones. De acuerdo con el más reciente conteo de la revista Forbes, la riqueza de Slim ha pasado de 102.000 millones de dólares en 2024 a 82.500 millones este año. Pese a ello, sigue siendo el mexicano más rico y como la persona más adinerada de Latinoamérica, según la revista, que incluye en su ránking a 2.933 personas. Ahora, con la estrategia de inversión de PBF Energy, el ingeniero busca reafirmar su posición como un jugador clave en el mercado energético global y fortalecer su presencia en el sector de la refinación.

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