El lenguaje científico es frío y preciso, aunque hay veces que incluye palabras juguetonas cuya sonoridad hace cosquillas al oído. Tal es el caso de la palabra “marasmo”, de origen griego, que viene a nombrar una patología que señala la desnutrición y el enflaquecimiento del cuerpo durante los primeros 24 meses de vida. Seguir leyendo

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