Con corte al 31 de julio, según las últimas cifras del Ministerio de Defensa, este año el homicidio ha crecido en el país un 4 por ciento comparado con el mismo lapso de 2024. Fueron 7.796 muertes violentas (268 más que el año pasado), y en la mayor parte de los casos, de acuerdo con las autoridades, la guerra por el control del narcotráfico en las regiones y del microtráfico en los centros urbanos aparece como el motor de la criminalidad homicida, una realidad apalancada por el sicariato, que también está disparado.El reconocido chef Luis Dionisio Ruiz, de 30 años, fue asesinado a tiros durante un atraco frente a un hotel, mientras descargaba unas bolsas de mercado el pasado 2 de julio. De acuerdo con las primeras pesquisas de la Policía de Cartagena, los delincuentes iban por su cadena de oro. Al forcejear e intentar huir, el ladrón que iba como parrillero en una moto le disparó por la espalda.Homicidio. Foto:Johan López. EL TIEMPOEn promedio, según los reportes oficiales, cada 2 horas fueron asesinadas en Colombia tres personas. Aunque no se trata de un crecimiento marcado de esa modalidad de violencia, lo que se demuestra es que el país sigue sin poder romper la inercia criminal que lo mantiene por encima en casi 20 puntos de la tasa mundial de homicidios (el número de casos por cada 100 mil habitantes).En 2024 Colombia tuvo una tasa de 25,6. La violencia instrumental (las muertes por sicariatos y robos) aparece en al menos siete de cada 10 casos, según las tendencias de las últimas décadas.En el corte de Medicina Legal, al 30 de junio de este año se registraban 7.049 asesinatos (480 menos que en las estadísticas del Mindefensa). Lo que muestran esas cifras es que por cada nueve hombres víctimas de asesinato muere una mujer. Durante el primer semestre de este año las diez ciudades que concentraron esa modalidad criminal fueron Bogotá (584 casos); Cali (511); Barranquilla (239); Cartagena (190); Medellín (173); Cúcuta (161), Pereira (117); Soledad (103), Palmira (94) y Santa Marta (91). La tasa de homicidios de Bogotá sigue estando por debajo del promedio nacional el al menos 10 puntos.“Uno de los datos más alarmantes es que el 92 % de los homicidios permanece impune. Bogotá, que hoy enfrenta una crisis histórica con aumentos significativos en este tipo de delitos, refleja claramente esta impunidad. Entre enero y mayo de 2025, la ciudad registró 156 casos de sicariato, pero solo 16 capturas, lo que significa que casi el 90 % de estos crímenes quedó sin resolución”, señaló Laura Bonilla, investigadora de la Fundación Paz y Reconciliación.Homicidio. Foto:iStockLas estadísticas del Mindefensa muestran también un repunte en los secuestros extorsivos, que se dispararon de 99 denuncias entre enero y julio del 2024 a 188 en lo que va corrido del año. La situación es particularmente grave en Arauca, donde el Eln aprovecha sus corredores de seguridad hacia Venezuela para llevarse a sus víctimas. El solo dato de los secuestros en los primeros meses de este año ya es superior a los perpetrados durante todo el año entre 2015 y 2023. Las autoridades reportan que este año han sido rescatados 37 secuestrados, que otros 25 han sido liberados bajo presión y que cuatro más fueron asesinados en cautiverio. Al 31 de julio, al menos 19 personas seguían secuestradas en el país, señala el Ministerio de Defensa.Como lo informó este diario el pasado domingo, los números muestran que los actos de terrorismo crecieron en Colombia en un 12 por ciento este año: van 728 atentados terroristas (sin incluir los perpetrados en agosto, como el que sacudió a Cali el jueves), 76 más que los de los primeros siete meses del 2024.De la misma manera, los 107 miembros de la Fuerza Pública asesinados a corte de julio 31 ya eran más que los 101 de todo el 2024. A esos 107 deben sumarse todas las muertes de uniformados ocurridos en agosto, entre ellos las de los 13 policías asesinados por las disidencias de ‘Calarcá’ en Amalfi, Antioquia, también el pasado jueves.En el otro frente clave para la seguridad nacional, el del narcotráfico, el gobierno del presidente Gustavo Petro no corrigió la plana que tiene al país en alto riesgo de descertificación de su lucha antinarcóticos, una materia que acredita unilateralmente los Estados Unidos pero que afecta desde el monto de la asistencia militar y de desarrollo hasta la eventual posibilidad de nuevos aranceles para los productos colombianos en los mercados del país del norte.Así, la incautación de cocaína sigue marcando récords (600,9 toneladas frente a 504,2 del año pasado). En cambio, los niveles de erradicación siguen en rojo: a pesar de que el gobierno Petro se impuso una modesta meta de 30 mil hectáreas (frente a un área total que en 2023 superaba las 253 mil ha.), en los siete primeros meses del país apenas se han destruido 3.636 hectáreas de la hoja. Esas son las cifras oficiales con las que el país llegará a septiembre, el mes determinante para la evaluación del gobierno Trump.Erradicación de coca. Foto:Raúl Arboleda- AFPEl Gobierno insiste en que la incautación del alcaloide, que año a año rompe marcas, debilita más el negocio que atacar las narcosiembras. Quienes critican esa estrategia sostienen que una consecuencia lógica de la mayor área con coca en la historia del país y la mayor productividad potencial (más de 2.600 toneladas métricas, según la ONU) dan como consecuencia lógica la existencia de más cocaína en las calles y, por ende, de un mayor chance de detenciones de alijos.La escalada del conflicto armado responde, según Germán Valencia, doctor en Estudios Políticos, a la lucha que hoy mantienen las organizaciones criminales contra la fuerza pública, y en particular contra la policía, debido a las bajas que están registrando y a las acciones que ésta ha tomado.“ La retaliación se da de manera directa: estas organizaciones buscan llamar la atención y enviar un mensaje, matando uno a uno a los policías, como históricamente han actuado. Así se genera un enfrentamiento constante entre las organizaciones criminales y la fuerza pública, que además se ve presionada por las autoridades municipales, los alcaldes, los gobernadores y la ciudadanía, quienes les exigen actuar. La respuesta de los grupos criminales es clara: la muerte de policías seguirá mientras no disminuyan las acciones de la fuerza pública contra ello”, señaló el académico.Capturados por homicidio en Antioquia. Foto:Suministrada.Delitos de alto impactoMientras tanto, los delitos sexuales han disminuido levemente. Entre enero y julio se reportaron 17.585 casos, 762 menos que en el mismo lapso del año pasado. La cifra, no obstante, sigue siendo dramática: más de 83 personas son víctimas de este crimen cada día.El hurto de vehículos también descendió, este sí de manera significativa. En los primeros siete meses del año se registraron 24.303 denuncias, un 21 % menos que en 2024. Lo mismo ocurrió con el hurto a residencias, que con 14.373 hechos bajó un 19 %, y con el hurto a comercios, que con 15.738 casos cayó un 36 %.El hurto a personas muestra una tendencia a la baja, de forma escalonada, tras haber alcanzado en 2023 su pico máximo con 230.120 casos. De enero a julio de este año se registraron 167.408, lo que representa una disminución del 10 % frente al mismo periodo de 2024. Así como los delitos informáticos, que con 39.225 se ubica 9 % por debajo de la cifra documentada entre enero y julio del año pasado.La violencia intrafamiliar merece un capítulo aparte. Con 78.828 reportes, no solo supera el registro del año pasado, sino que se convierte en la cifra más alta de los últimos 20 años. Esto significa que, en promedio, 373,5 personas sufrieron cada día algún tipo de maltrato en el hogar.Redacción Justicia

El 2025 va camino a ser otro año perdido en la lucha contra el homicidio en el país
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