Labores de inteligencia que duraron meses y, en algunos casos, años, llegaron a identificar un nuevo método de transmisión de mensajes distinto al uso de teléfonos móviles o plataformas digitales, entre las distintas redes del ‘clan del Golfo’ que delinquen en 16 departamentos y 238 municipios de Colombia.Agentes que siguieron a varios integrantes del grupo armado reportaron que los audios se grababan y se almacenaban en dispositivos físicos, luego eran trasladados por personas hasta el destinatario final.Esta estructura, comandada por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo y heredera del paramilitarismo, está dividida en seis bloques, con 32 frentes que alcanza los 8.945 integrantes e tres armados y redes de apoyo.Elementos incautados en un operativo contra el ‘clan del Golfo’. Foto:Cortesía Séptima División del EjércitoEL TIEMPO conoció que la cadena operativa del nuevo método de comunicación combinó transporte público —buses intermunicipales, taxis, motocicletas— y servicios informales para mover memorias USB con los archivos de voz.El recorrido de un mensaje podía prolongarse semanas o meses, la entrega se realizaba en mano y la confirmación de recepción se verificaba cuando la persona destinataria escuchaba el archivo y devolvía la unidad con una respuesta grabada.Fuentes de inteligencia describen el empleo de lo que denominaron un correo humano, es decir, individuos encargados de custodiar y trasladar el soporte físico. En el procedimiento, la persona remitente entregaba la USB a un intermediario, este realizaba la logística de transporte, el receptor escuchaba el audio y la misma ruta se invertía para retornar la información o el acuse de recibo.Clan del Golfo Foto:Archivo particularEl método busca, según los informes consultados, reducir la exposición de las comunicaciones a interceptaciones electrónicas y el rastreo propio de los dispositivos móviles. Evitar el uso de redes celulares implicó, para los investigadores, una disminución de los indicadores clásicos que permiten ubicar a interlocutores por triangulación o por análisis de metadatos.El material transcrito obtenido por las autoridades muestra instrucciones sobre pagos, logística y nombres de responsables de reparto de recursos.En uno de los audios, a los que accedió este diario, el remitente detalla montos destinados a distintos mandos y hace referencias a asignaciones para equipos y abastecimientos, lo que, a juicio de los analistas, revela la funcionalidad operativa del canal como un medio para decisiones administrativas y de distribución.Los miembros de la fuerza pública en Sucre desestiman el comunicado que circuló en Ovejas. Foto:Redes socialesEl audio refiere además a coordinaciones de recursos materiales y a advertencias sobre individuos que, según los interlocutores, podrían manipular reportes o mercancía.“La práctica de mover soportes físicos introduce, no obstante, una traza humana que también puede convertirse en vector de detección”, dijo uno de los investigadores, quien indicó que los seguimientos que llevaron a la identificación de la metodología se basaron en vigilancia de personas que salían de zonas rurales y selváticas, control de corredores de transporte y verificación de contactos repetidos entre remitentes y mensajeros.En la investigación figuraron patrones temporales —frecuencia de envío, periodos de acumulación de mensajes, tiempos de tránsito— que permitieron a los equipos de inteligencia construir hipótesis sobre la organización del transporte de la información.La documentación recuperada, incluidas transcripciones parciales de audios, compone un registro de comunicaciones que permite reconstruir decisiones sobre asignaciones económicas y logística interna.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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