Casi tres horas después de que iniciara su gesta, Morenito de Aranda se marchó de la plaza de Vic, en volandas y por la puerta grande. Lo hizo sonriente, seguro que satisfecho, entre aplausos, pero sin clamor. Y aunque fue el torero el que, objetivamente, ganó la partida, quedó la sensación de que los verdaderos triunfadores de la tarde habían sido los toros.Más informaciónMorenito, sobrado de oficio, seguro de sí mismo, perfecto lidiador, cortó dos orejas que supieron a poco. Sobre todo, teniendo en cuenta que fueron dos trofeos muy benevolentes y concedidos sin mayoría de pañuelos. El de Aranda de Duero superó la prueba con dignidad y valor, pero no estuvo a la altura de los buenos e interesantes ejemplares de Flor de Jara y Araúz de Robles.Y es que, salvo el muy descastado y deslucido sexto, que además era impresentable y sospechoso de pitones, en mayor o menor medida, todos embistieron. De excelente clase y nobleza, aunque soso, resultó el primero, un precioso santacoloma de Flor de Jara, que empujó con fijeza y sin tirar una cornada en el caballo; manso en varas, pero encastado, exigente y con transmisión el segundo, de Araúz de Robles; también noble, encastado y fijo, aunque a media altura, el tercero (Flor de Jara); interesante y más duro el cuarto (Araúz); y bravo en el primer tercio ―derribó― y de gran fondo el quinto, de Carlos Aragón Cancela, que llegó a hacer el avión.Todos, además, cumplieron sobradamente en el caballo (salvó el manso segundo), tuvieron fijeza y murieron con la boca cerrada.Morenito, que dejó algunos buenos lances con el capote ―en los recibos de salida, porque apenas hizo quites―, firmó los mejores muletazos, al natural, en el primero y el quinto. Fueron dos faenas irregulares, por momentos en el sitio, otras veces mal colocado, en las que, cuando toreó vertical y llevó las embestidas atrás, surgieron naturales templados y de buen trazo.Dominó, además, la escena, controlando los tiempos, y firmó detalles de mucho gusto en los remates por bajo. Pero faltó rotundidad. No hubo ninguna obra redonda, ni encontró el secreto para entenderse con los toros más exigentes y menos claros, como fueron segundo y cuarto. Por no hablar de la espada. Ni una buena estocada cobró; la mayoría, bajas.No debe ser fácil enfrentarse, solo, a seis toros en una plaza como Vic. Por eso, aunque fuera a medias y sin clamor, triunfó Morenito. Y los toros de Flor de Jara y Araúz de Robles. Sí, acabaron colgados en el desolladero, es verdad, pero reivindicaron con honor la nobleza y casta brava.Flor de Jara y Araúz de Robles/Morenito de ArandaToros de Flor de Jara (1º, 3º y 5º), bien presentado el 1º, más justos los otros dos, bravos en el caballo y de encastada nobleza en la muleta; y Araúz de Robles (2º, 4º y 6º), correctamente presentados los dos primeros, pero impresentable y sospechoso de pitones el 6º, manso encastado el 2º, también encastado el 4º, y descastado y deslucido el último.
Morenito de Aranda: estocada caída (oreja); estocada trasera y caída (saludos); pinchazo y estocada caída y atravesada (saludos); bajonazo (silencio); estocada tendida y atravesada _aviso_, dos descabellos y se echa el toro (oreja protestada sin petición); pinchazo y pinchazo hondo (ovación de despedida).
Plaza de toros de Vic-Fezensac. Lunes 9 de junio. Última corrida de la Feria del Toro. Tres cuartos de entrada.

Feria del Toro en Vic-Fezensac: Triunfo sin clamor de Morenito de Aranda en su encerrona | Cultura
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