A Donald Trump le gusta poner y quitar aranceles, pero no le gusta que se sepa el impacto que esos impuestos a las importaciones tienen en los precios que pagan los consumidores estadounidenses. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha acusado al gigante del comercio electrónico Amazon este martes en una rueda de prensa de realizar un “acto hostil y político” ante las informaciones de que planeaba incluir en los precios de sus productos qué parte de ellos se deben a los nuevos aranceles. Después del ataque presidencial, y tras una llamada de Trump al fundador de Amazon, Jeff Bezos, el gigante del comercio electrónico descartó seguir adelante con esa idea que, según dijo, no estaba aún aprobada.“Acabo de hablar por teléfono con el presidente sobre esto, sobre el anuncio de Amazon. Es un acto hostil y político de Amazon”, dijo Leavitt en la sala de prensa de la Casa Blanca. “¿Por qué Amazon no hizo esto cuando la administración Biden elevó la inflación al nivel más alto en 40 años?“, añadió, sin mucho sentido, porque la inflación de la era Biden no se debió a una medida arancelaria aprobada por su Gobierno. La portavoz continuó su ataque mostrando una noticia de hace cuatro años que había rebuscado contra la compañía: ”Como Reuters escribió recientemente, Amazon se ha asociado con un brazo propagandístico chino”. De hecho, la noticia que citó es de 2021 y hace referencia a que Amazon impidió en China reseñas negativas al comercializar una colección de discursos y escritos del presidente de China, Xi Jinping. El asunto no tiene nada que ver con la actual guerra comercial.Era el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el que estaba contestando preguntas y al que le plantearon si ese plan de Amazon de mostrar el impacto de los aranceles demostraba que son los consumidores estadounidenses, y no los países extranjeros, los que asumen el coste de los aranceles. Leavitt, sin embargo, prefirió contestar ella directamente y lanzó ese ataque contra Amazon. La portavoz declinó comentar la relación personal de Trump con Bezos.Amazon donó un millón de dólares a los fastos de la investidura de Donald Trump. Su fundador, Jeff Bezos, forzó al Washington Post a no pedir el voto por Kamala Harris en las elecciones de noviembre del año pasado y ha cambiado la línea editorial del diario en un aparente intento de congraciarse con el republicano. Nada de eso le ha servido para evitar ser atacado este martes desde la Casa Blanca tras la información sobre sus planes, publicada en el digital Punchbowl News.Ante un Gobierno que ha emprendido una deriva autoritaria repleta de abusos de poder y emprende represalias contra los que considera enemigos políticos, Amazon ha preferido plegarse rápidamente. Trump llamó este martes a Bezos, según adelantó la CNN y confirmaron otros medios. Poco después, un portavoz aseguró que no se llevará adelante esa idea: “Esto nunca se aprobó y no va a suceder”, señaló la compañía en un comunicado citado por Bloomberg. “El equipo que gestiona nuestra tienda ultra low cost Amazon Haul ha considerado la idea de listar cargos de importación en ciertos productos”, dijo la empresa en el comunicado. “Los equipos discuten ideas todo el tiempo. Esto nunca fue una consideración para el sitio principal de Amazon y nada se ha implementado en ninguna propiedad de Amazon”, añadió.Subidas de preciosAmazon ha subido ya los precios de cientos de productos como consecuencia de los aranceles impuestos por Trump a China. De momento, la errática política comercial del presidente de Estados Unidos está dando unos resultados desastrosos. Las importaciones marcaron récords en el primer trimestre, ya que empresas y consumidores decidieron adelantar y acelerar sus compras al exterior por miedo a los aranceles. Con ello, el déficit comercial de Estados Unidos pulverizó todos los récords entre enero y marzo.La compañía que dirige Andy Jassy importa muchos de los bienes que comercializa desde China, cuyos productos están sometidos en la actualidad a aranceles del 145% con carácter general. Ese nivel es insostenible, según ha reconocido el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Algunas compañías han conseguido que Trump las exima de aranceles o que se los suavice tras presionar al Gobierno.Empresas como Temu y Shein se preparan para un arancel del 120% sobre muchos de sus productos debido a la decisión del Gobierno estadounidense de poner fin a la exención de minimis para pequeños paquetes procedentes de China con mercancías valoradas en menos de 800 dólares. Algunos envíos de Amazon también pueden acogerse a esa exención, ya que el gigante del comercio electrónico lanzó el año pasado su servicio Haul, que envía artículos directamente desde los vendedores, incluidos los de China, como respuesta al auge de Temu. Temu ha prosperado en parte gracias a esos envíos libres de impuestos.En la misma rueda de prensa en que Leavitt atacó a Amazon, el secretario del Tesoro confirmó que la Administración se plantea suavizar los aranceles a los componentes del sector del automóvil, en una nueva rectificación de Trump para tratar de paliar el daño que sus medidas están haciendo a empresas, consumidores y la economía en general.Numerosas empresas han rebajado o retirado sus previsiones de resultados como consecuencia de la incertidumbre y de la guerra comercial declarada por Trump. Al tiempo, la confianza de los consumidores se ha hundido y las expectativas de inflación se han disparado. El Departamento de Comercio publicará este miércoles su primera estimación sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos en el primer trimestre. Los economistas esperan un frenazo en seco de un crecimiento que era la envidia del mundo hasta el regreso de Trump a la Casa Blanca.

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