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La Corte Suprema de Justicia emitió concepto sobre la solicitud de extradición del ciudadano italiano Emanuele Gregorini, alias Dollarino, requerido por el Gobierno de Italia para que comparezca ante los tribunales de Milán y Velletri. En su país, Gregorini enfrenta cargos por asociación criminal de tipo mafioso, amenazas, extorsión, tenencia ilícita de armas y falsedad ideológica en documento público.Su captura en Colombia destapó la presencia cada vez más sofisticada del llamado Sistema Mafioso Lombardo, una estructura integrada por la Camorra, la Cosa Nostra y la ‘Ndrangheta, que delinque en Europa y que, según los investigadores, ha logrado extender sus tentáculos hacia Suramérica a través de una red sigilosa de alianzas y subcontrataciones.Emanuele Gregorini, alias Dollarino. Foto:Archivo particularAlias Dollarino fue enviado a la región por la denominada “santa alianza”, con la misión de reorganizar las operaciones de la red en este lado del mundo. Su paso por Cartagena y Barranquilla permitió a las autoridades dimensionar el nivel de sofisticación con el que estos emisarios han logrado establecerse en Colombia. Para operar, las mafias italianas han tejido relaciones funcionales con grupos criminales locales. Según fuentes consultadas, han logrado vínculos con el ‘clan del Golfo’ y con ‘Los Costeños’ en la costa Caribe, y también han buscado conexiones en el Valle del Cauca, Urabá y la Sierra Nevada de Santa Marta, zonas clave para asegurar el suministro de cocaína.Emanuele Gregorini, alias Dollarino. Foto:Archivo particularEl 18 de marzo de este año, antes de su captura, las autoridades revelaron que Gregorini se ocultó en lujosos sectores de Cartagena, utilizando como estrategia el alquiler de apartamentos por valores superiores a los 10 millones de pesos, lo que dificultó el seguimiento que le venían haciendo desde Italia.Además, aprovechando la clandestinidad de la noche, había adoptado un estilo de vida nocturno: frecuentaba clubes exclusivos donde se reunía con colaboradores e informantes para mantenerse al tanto de los movimientos de las autoridades.“La relación es funcional para ambas partes. Mientras las mafias italianas garantizan el flujo de droga hacia Europa, los grupos locales se benefician de la experiencia, logística y los recursos financieros de los europeos”, explicó una fuente. con conocimiento del caso.La estrategia de subcontratación quedó en evidencia durante el paso de Dollarino por el país: contaba con personal contratado para seguridad y transporte, y utilizaba pequeñas redes para acercarse a las estructuras criminales locales. “Así es como van construyendo los vínculos que necesitan para operar”, aseguró un investigador.Emanuele Gregorini, alias Dollarino. Foto:policía nacionalLas autoridades también identificaron avances tecnológicos en sus métodos de tráfico. Uno de ellos es el uso de contenedores térmicos para mover cocaína sin levantar sospechas, pues abrirlos puede dañar mercancías legítimas y generar pérdidas a exportadores. Además, se detectó la clonación de precintos de seguridad mediante impresoras 3D, lo que permite manipular cargamentos y luego “restaurar” las bandas de seguridad sin dejar rastros visibles. “Rompen el precinto, contaminan el contenedor, imprimen uno nuevo y lo colocan tal cual estaba”, explicó una fuente judicial.En la decisión del magistrado Fernando Bolaños, se exponen los documentos enviados por Italia que detallan minuciosamente la trayectoria criminal de Gregorini. El Tribunal de Velletri reconstruyó cómo, tras violar el Código de Carretera en noviembre de 2015, su licencia fue suspendida. Para evadir la sanción, denunció falsamente el extravío del documento y obtuvo un duplicado provisional, lo que constituye falsedad ideológica.Emanuele Gregorini, alias Dollarino, es considerado el máximo cabecilla del Sistema Mafioso Lombardo Foto:policía nacionalEl Tribunal de Milán, por su parte, ubicó a Gregorini dentro del Sistema Mafioso Lombardo como un operador clave de la familia Senese, con sede en Roma. Según ese tribunal, Dollarino actuaba como “hombre de confianza”, encargado de transmitir órdenes, ejecutar intimaciones y extorsiones, participar en el tráfico de drogas y armas, resolver disputas internas y recaudar fondos para la “caja común” destinada a sostener a los miembros detenidos. También habría intervenido en la compra de empresas a través de testaferros para lavar dinero y en reuniones de coordinación entre los diferentes componentes de la red mafiosa.La Corte colombiana ya emitió concepto sobre su extradición. Ahora corresponde al Gobierno decidir si entrega a Dollarino a las autoridades italianas.Juan Diego TorresDielas@eltiempo.com
