
En un internado en Suiza, vio a un chaval de 15 años proponer matrimonio a su novia de 13 con un anillo de diamantes de Cartier; otro compañero ofreció un viaje a Nueva York en su jet privado a los primeros que dieran “like” (aprobasen) un mensaje que había colgado en Facebook, y en los pubs los alumnos competían para ver quién gastaba más, exhibiendo la cuentas de cada mesa como si fueran trofeos. Son algunas de las experiencias que Leonie von Ungern-Sternberg, alemana, de 29 años, comparte en sus “diarios de una baronesa moderna” en TikTok con la intención de mostrar que ella es diferente, o que no todos los aristócratas son iguales. Actualmente, vive en Madrid, donde estudia un MBA (siglas de Master Business Administration, un postgrado) en el Instituto de Empresa (IE). El país, como la lengua, ya lo conocía, porque de pequeña vivió una temporada en Marbella, de la que su padre estaba “enamorado”, y porque tuvo cuidadoras de origen latinoamericano —“el primer idioma de mi hermana fue el español, y en la cena yo tenía que traducir lo que decía para que mis padres la entendieran”—. También habla inglés, alemán y árabe. Pregunta. Tiene más de 93.000 seguidores en TikTok. ¿Cuál es el perfil de su audiencia y qué les ofrece?Respuesta. Mi apellido es famoso por razones buenas y malas. Tengo antepasados que hicieron cosas terribles y pensé: “¿Qué puedo devolver yo?“. Decidí que podía desmentir lo que se ve en series como Los Bridgerton, que no tienen nada que ver con la realidad, y mostrar que soy una mujer normal, estudiante, trabajadora, que creció con muchos privilegios, pero no por pertenecer a la aristocracia, que hoy no significa nada, sino por la cultura que me dieron. Hay que democratizar el conocimiento, la educación nunca debería ser un lujo. Casi el 70% de mi audiencia son mujeres, la mayoría, de Estados Unidos, y quizá tenga que ver con que la gente allí está más dividida que nunca por el contexto político, con muchos imponiendo sus opiniones a través de redes como TikTok. La gente está hambrienta de contexto y es lo que yo intento proporcionar. El contexto ayuda a abrir las mentes. Más informaciónP. ¿Qué estereotipos sobre la aristocracia diría que son reales y cuáles solo estereotipos, tópicos que ya no se corresponden con la realidad?R. Casi todas las familias aristocráticas europeas lo perdieron todo en algún momento de la historia. Mis padres me enseñaron que puedes quedarte sin nada por una guerra, por un crack financiero, o por lo que sea, y que lo único que nunca te podrán quitar es lo que tienes en tu cabeza. Así que es real la importancia que la aristocracia da a la educación. Luego está el estereotipo del aristócrata arrogante, pero depende de cada uno. Conozco mucha gente no aristócrata que sí lo es y a aristócratas que no lo son. P. ¿En qué cree que se parece a cualquier otra mujer de su edad y en qué no?R. Tengo en mi cabeza las mismas cosas que las mujeres de mi edad. Voy a cumplir 30, quiero crear una familia y pienso mucho en qué tipo de trabajo me va a permitir conciliar y en cómo ser una mujer independiente, porque también un hombre puede querer robártelo todo. No me parezco a otras mujeres de mi edad en cuanto que he crecido entre muchas culturas diferentes en distintos países. P. En su cuenta de TikTok denunció la presión social sobre las mujeres para ser madres y cómo había hombres pendientes de su reloj biológico, contando las horas… R. ¡Sí! Hay hombres que presionan diciéndote cuándo tienes que tener hijos y que, a veces, lo usan para retrasar las carreras profesionales de las mujeres. También hay mujeres que presionan. Pero conozco a muchas que han tenido bebés con 45 años y está fenomenal. Si no quieres tener hijos, también. El problema es que parece que las mujeres siempre hacemos algo mal: si quieres esperar a tener hijos, eres fría; si los quieres tener pronto, no eres lo suficientemente ambiciosa… Nos van a juzgar hagamos lo hagamos, así que lo mejor es ignorar esos juicios y hacer nuestro propio camino. P. ¿Se considera feminista? ¿Es un tema que le interesa?R. Obviamente. P. También ha hablado de cómo es ligar siendo aristócrata y de un príncipe que intentó seducirla alabando la conveniencia de unir linajes. Terminó bloqueándolo en todos los dispositivos por pesado. ¿Se ha encontrado muchas ranas en la nobleza?R. No. He tenido dos novios y ninguno aristócrata. Ese príncipe tenía simplemente valores muy diferentes a los míos. Fijarse en el apellido, en la sangre… podía valer hace 200 años, no ahora. P. ¿Conoce a algún miembro de la Familia Real española?R. No. Mi círculo aquí son los compañeros del MBA.P. ¿Y está al tanto de la polémica generada por las memorias del rey emérito? Se ha quejado de ser el único español que no cobra pensión después de 40 años de servicio. R. (Ríe). No me había enterado, la verdad es que no me interesan mucho esos temas. P. Dejó de publicar en TikTok durante un tiempo después de que un seguidor le afease el parentesco con Roman von Ungern-Sternberg, conocido como “el barón sangriento” o “el dios de la guerra”. Usted explicó quién era y lo que había hecho y el vídeo se hizo viral. ¿Cómo conoció su historia? ¿Se la contaron en casa? R. Fue en el colegio. Un profesor de Historia vino un día a mi pupitre con un libro y me dijo: “Mira, uno de tu familia”. Le pregunté después a mi madre y me explicó que, efectivamente, el barón sangriento era pariente nuestro. P. ¿Es raro ver su apellido en un libro de texto?R. No tanto. Tengo muchos parientes que salen en los libros. Lo que sí se me hizo raro, pero para bien, fue verme en The New York Times por algo que había hecho yo, mis diarios en TikTok. Ese día sentí mariposas en el estómago. P. También tiene unos bisabuelos con una historia muy diferente a la del barón sangriento, víctimas de los nazis. R. Sí. De pequeña viví en Emiratos Árabes y en Egipto, y volvía a casa llorando porque me decían: “Eres una nazi porque eres alemana”. Así que mi madre me contó la verdadera historia. Mis bisabuelos maternos estaban ayudando a sus amigos judíos y pactaron que si los nazis iban a por ellos, se quitarían la vida para no tener que darles información. Vivían en un castillo y cuando mi bisabuelo vio llegar a las SS por la ventana, le pegó un tiro a mi bisabuela y luego se mató él. Mi abuelo tenía entonces 16 años. Los nazis se llevaron todo lo de valor que había en la casa y él huyó con una mochila en la que solo había recuerdos: un álbum de fotos y unas copas que tenían 500 años de antigüedad y más valor sentimental que económico. Son las únicas cosas que conservamos en la familia de esa época. Esa es mi sangre. P. Y cuenta que después capturaron a su abuelo… R. Sí. Se convirtió en un prisionero de guerra. Logró escapar muchas veces, pero lo volvían a coger. Sobrevivió a varios tiroteos cuando intentaba huir Y recuerdo que tenía el cuerpo lleno de agujeros de bala. Lo mantuvieron con vida porque hablaba 10 idiomas: ruso, checo, polaco, estonio… y estudió para ser cirujano. Cuando terminó la guerra volvió a Hamburgo con aquella mochila, y se construyó a sí mismo desde la nada. Estoy muy orgullosa de él. Esa es la parte de mi historia que me gusta recordar, no la del barón sangriento. P. Su familia tiene casi 900 años de historia. Relata en sus diarios que en 100 años les quitaron todo dos veces: primero los rusos y luego los nazis. R. Sí. Los nazis y antes, los rusos cuando vinieron a Estonia. Echaron a los nobles y mi familia tuvo que huir. Mi abuelo no quiso volver a hablar estonio hasta el día que murió porque le hacía mucho daño recordar el país del que había tenido que huir. P. ¿Cuál es la pregunta más rara que le han hecho en TikTok?R. Probablemente, los que me preguntan si quiero casarme con ellos. Supongo que es de broma, pero recibo muchas peticiones (ríe). P. “No quiero proyectar falsedad”. En TikTok ha hablado del trastorno alimenticio que sufrió y que la sentó en una silla de ruedas durante un año. ¿Tener una audiencia es tener una responsabilidad?R. Absolutamente. Noté que muchas niñas me preguntaban qué comía, qué deporte hacía… y decidí hablar de mi trastorno alimenticio. Una niña me mandó un vídeo de 20 minutos contándome que había tenido pensamientos suicidas y que durante cinco años no había salido de su casa. Otra persona me escribió para decirme que una amiga suya estaba pasando por eso y preguntarme cómo podía ayudarla. Hice un vídeo tratando de explicar qué habría hecho yo diferente si pudiera volver atrás. Sentí que habíamos abierto un espacio para compartir historias y que hablar nos ayudaba a todas. P. Cuenta que empezó a trabajar con 18 años y que llegó a tener tres empleos simultáneos. ¿Cuáles eran?R. Uno era detectando falsificaciones de bolsos de Hermès [de pequeña su madre la ataba a la silla con pañuelos de la marca para que no se encorvase] y Chanel en una tienda de artículos de segunda mano. También trabajaba en una start-up para construir marcas de lujo y los fines de semana, de camarera en un café. Fue muy divertido. Leonie von Ungern-Sternberg, el pasado viernes, en el IE, donde estudia un MBA. Pablo MongeP. No tenía necesidad de trabajar. ¿Por qué lo hizo y por qué de camarera?R. Cuando terminé el instituto, mis padres me dijeron que tenía que ganar mi propio dinero para sufragar mis estudios y escogí esos trabajos. Creo que es muy importante dar un servicio a alguien, y quiero que mis hijos en el futuro aprendan eso también. P. También ha trabajado como consultora de inteligencia artificial. ¿Qué hacía exactamente y qué aprendió de ese mundo? R. Me dedicaba a analizar cómo las empresas pueden interactuar con sus clientes de un modo más personal y humano. Lo que aprendí y he seguido aprendiendo en el MBA, donde hablamos de los sesgos del algoritmo, la discriminación que hacía Amazon, por ejemplo, a la hora de contratar a mujeres o del racismo policial en EE UU, es el problema que esa máquina tan poderosa plantea desde el punto de vista ético. El gran problema del futuro es ese: cómo asegurarnos de que la IA se usa sin sesgos. P. ¿Cree que la sociedad es consciente de ese problema?R. En absoluto. Es una batalla entre EE UU y China, con Europa en el medio, rezagada en tantos aspectos. El problema que se plantea Europa es cómo mantener la ética y seguir siendo competitivos en el mercado. China y EE UU están diseñando una inteligencia artificial de acuerdo a sus propios intereses y estándares. Nosotros estamos en el medio. P. ¿Dónde se imagina dentro de 10 años? R. No lo sé. No me considero una influencer, pero creo que mi objetivo es convertirme en una voz de mi generación.
Leonie von Ungern-Sternberg, baronesa y ‘tiktokera’: “Pertenecer a la aristocracia no significa nada. Pueden quitártelo todo, salvo lo que está en tu cabeza” | Gente
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