Max Hodak en una imagen cedida.La startup californiana Science Corp. acaba de anunciar que varios pacientes habían vuelto a leer letras, números y palabras tras la colocación de su prótesis ocular, PRIMA. Algunos incluso páginas enteras de un libro. El avance lo recogió la revista The New England Journal of Medicine. El CEO de la firma, Max Hodak (Estado de Nueva York, 36 años), CEO de Science Corp. habla de todo ello como si hubiera pasado hace tiempo, aunque el anuncio fuera de finales de octubre. Ingeniero biomédico, cofundador también de la empresa de Elon Musk Neuralink, donde ejerció como presidente, fundó Science Corp. en 2021 tras dejar su alianza con Musk. La startup se centra en la recuperación de la visión a través de interfaces cerebro-ordenador. Hodak recibe a El PAÍS en la Web Summit de Lisboa, donde acudió como uno de los ponentes estrella para divulgar los avances de su compañía. Habla serio, rápido y técnico, a medio camino entre el científico y el fundador de startup que es.Pregunta: En su web personal menciona que desde pequeño ya se interesaba en las interfaces cerebro-ordenador. Es un tema denso para un niño…Respuesta: El cerebro es donde se asienta toda tu experiencia. Es el único órgano que realmente me importa. El resto del cuerpo existe para sostener al cerebro, desplazarlo de un lado a otro y facilitar sus funciones. Esto me resultaba bastante evidente desde muy temprano. Y con las interfaces cerebro-computadora se consiguen efectos que no se logran en medicina.P: ¿A qué se refiere?R. Con las interfaces cerebro-ordenador colocas un implante en la corteza motora y 30 minutos después tienes un paciente que juega a videojuegos con la prótesis ocular de PRIMA. Los pacientes pasan de estar casi ciegos, tanto que no reconocen las caras, a poder leer cada letra en una tabla optométrica y poder hacer crucigramas.P. ¿Cuánto de lo que soñaba cuando era pequeño es ahora una realidad?R. Muchas cosas. Realmente todo esto era ciencia ficción hace 20 años y ahora hay muchos avances que están llegando rápidamente.P. Su compañía se centra en recuperar la visión. ¿Puede explicar cómo funciona PRIMA?R. Es un pequeño chip que si lo miras con el microscopio ves un conjunto de celdas hexagonales diminutas. Y cada una de ellas es un panel solar. Este chip se coloca bajo la retina, detrás del ojo, y trabaja en coordinación con las gafas que lleva puestas el paciente. Estas lentes tienen una cámara que mira hacia fuera, hacia la realidad, y un proyector láser que emite hacia el ojo.P. Este es el hardware básico pero, ¿cómo se transmite la información?R. La cámara registra en vídeo el entorno y después un emisor infrarrojo [la información se ha codificado previamente para formar patrones que se pueden transmitir de esta forma] proyecta las imágenes al implante, detrás del ojo. Cuando la luz infrarroja impacta en la retina la estimula, así que en esencia [PRIMA] actúa como un fotorreceptor electrónico. Esto solo es viable para pacientes que han crecido con visión. Su cerebro sabe cómo es ver y el nervio óptico está intacto, pero las células sensibles a la luz, en la retina, los conos y bastones [células fotorreceptoras] se han muerto por algún motivo.P. ¿Qué enfermedades se podrían tratar con este enfoque?R. Hay muchas enfermedades que provocan la muerte de los conos y bastones del ojo, desde la degeneración macular asociada a la edad [el paper publicado sobre PRIMA cubre resultados en pacientes con esta alteración] a la retinitis pigmentosa, la enfermedad de Stargardt o en algunos casos la retinopatía diabética. Si el cerebro sabe ver y la retina está aún conectada al cerebro, aunque ya no sea sensible a la luz, nuestro chip permite estimular la retina directamente, sorteando los conos y bastones que están muertos.P. Es una solución mecánica al problema…R. Digamos que es una solución electrónica. Funciona porque el cerebro es un órgano de procesamiento de información. Así que puedes interactuar con él de manera informacional. Más informaciónP. ¿Qué sensación le queda a usted y a su equipo cuando ven que un paciente ha podido volver a leer palabras después de años sin hacerlo?R. Mi abuelo materno tenía retinitis pigmentosa, así que crecí de cerca con la pérdida de visión. Y ver que esta solución llega a pacientes es muy emocionante.P. ¿Su abuelo pudo tratarse su enfermedad?R. Utilizaba una especie de lupas de aumento para intentar paliar la pérdida de visión.P. No era un método eficiente…R. Claramente no funcionaba. Por eso me emocionó ver el trabajo de PRIMA en la portada de [la revista] Time, porque crecí viendo dispositivos de este estilo en la portada de Wired cuando no funcionaban y se decía que estaban a la vuelta de la esquina. Y ahora, 25 años más tarde, realmente lo están.P. Quizá esto sea una pregunta mal formulada, pero permítame, ¿cuánto nos queda para curar la ceguera? R. Efectivamente, yo no usaría la expresión “curar la ceguera”. La gente suele empujarme a decir esto pero la visión que se consigue no es tan buena como la visión natural. El paciente preferiría tener su visión normal. A lo mejor en los próximos cinco o siete años podríamos alcanzar la agudeza visual normal.P. ¿Hablamos de la misma resolución que tiene el ojo de forma natural?R. Creo que estamos a una o dos generaciones de dispositivos hasta alcanzar este 100% de visión. Pero el otro factor que aún nos falta es el color. Ahora PRIMA devuelve resultados en blanco y negro. Creo que podremos tener color en los próximos años. El rojo y el verde son más fáciles que azul, por ejemplo. Pero creo que a primeros de la próxima década habrá una serie de opciones para los pacientes que serán casi tan buenas como la visión original.Max Hodak, fundador y CEO de Science (izquierda), y Alex Kantrowitz, fundador de Big Technology, en el escenario principal durante el primer día del Web Summit 2025 en el MEO Arena, en Lisboa, Portugal, el 11 de noviembre.Paul Devlin / Web Summit / Sportsfile (Sportsfile)P. Perdone la impertinencia, pero, ¿lo de curar la ceguera?R. Sí, cuando hablamos de curar la ceguera es importante destacar que hay muchas razones diferentes por los que una persona puede perder la visión. Esta degeneración de los conos y los bastones es una, la pérdida del nervio óptico es otra, generalmente debido al glaucoma. Y nuestro enfoque no funciona con glaucoma. Para eso necesitarías otro enfoque que regenerara la conexión entre la retina y el cerebro.P. El suyo es un sector amplio, ¿qué sistemas abarca?R. Las interfaces cerebro-ordenador abarcan desde prótesis oculares a implantes cocleares auditivos o la neuromodulación de bucle cerrado [estimulación eléctrica del cerebro supervisada por un algoritmo dinámico] para enfermedades como el Parkinson. Para mucha gente interesada, este campo se ha convertido en sinónimo de decodificadores de la corteza motora, como hemos visto en Neuralink y otras. Una especie de puerta al cerebro que con un implante permite usar un ordenador. Esto es solo un tipo de interfaz cerebro-ordenador.P. ¿Se necesita cirugía para todas estas aplicaciones?R. En realidad, creo que muchas de estas cosas serán posibles sin métodos invasivos, con wearables [dispositivos para llevar puestos]. No necesitarás tener un implante para decodificar la voz, por ejemplo.P. ¿Qué podemos esperar en los próximos años de un sector en crecimiento como este?R. Si pensamos en una perspectiva amplia de lo que significa introducir ingeniería en el cerebro incluso podíamos preguntarnos: cuando un paciente ha tenido un derrame cerebral y ha perdido la parte de su cerebro, ¿se podría restaurar? Aunque ya hablamos de tecnología de interfaz-ordenador no tradicional.P. ¿Esto ya se está explorando?R. Está en investigación. Se ha probado en modelos animales, pero creo que podría llegar a humanos en los próximos años.P. ¿Cuánto le queda a PRIMA para su aprobación por los reguladores en Estados Unidos y Europa?R. Estamos pasando el proceso de revisión en Europa en estos momentos. En Estados Unidos, con la FDA (Federal and Drug Administration), es un poco más lento. Probablemente llegará antes a pacientes europeos que estadounidenses.P. ¿Cuándo calcula que se podrá acceder al dispositivo en Europa?R. Esperamos que esté en el mercado durante el próximo año.

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