
Un selecto grupo de científicos, filósofos, juristas y activistas se reunió la semana pasada en Asilomar, un antiguo campamento de la YWCA (asociación de jóvenes mujeres cristianas) cerca de Monterrey, California, que por alguna razón se ha convertido en el epicentro de los debates éticos sobre la ciencia. Hace justo 50 años que las rústicas instalaciones de Asilomar albergaron una cumbre científica para regular la entonces incipiente disciplina de la ingeniería genética. Esta vez el tema son los “minicerebros”, o minibrains, generados en el laboratorio a partir de células madre y un conocimiento cada vez más sofisticado de la biología del desarrollo.Seguir leyendo
Mentes pequeñas
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