México retomará el mes que viene las Semanas Nacionales de Vacunación, según ha manifestado el secretario de Salud federal, David Kershenobich, este martes por la mañana, durante la conferencia matutina de la presidenta. Estas campañas intensivas de prevención, que no se realizaban aproximadamente desde la pandemia, vuelven ahora en medio de un brote de tos ferina y sarampión que llevó el mes pasado al Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) a mandar una alerta por el aumento de casos: 288 de tos ferina, 43 de sarampión. En el primer caso, además, se ha reportado también la muerte de un bebé de mes y medio.Aunque durante el anterior sexenio también se realizaron las denominadas Jornadas Nacionales de Salud Pública, según explica el médico especialista en epidemiología Óscar Sosa Hernández, el enfoque fue distinto. No estaban destinadas específicamente a la vacunación sino que englobaban también otro tipo de actividades, por ejemplo, relativas a la nutrición, y no siempre contaban con el abasto suficiente para las necesidades puntuales de la población en esta materia. De hecho, añade, en los últimos años, la cobertura de vacunación en enfermedades como el sarampión y la tos ferina ha descendido de más del 95% a tasas de en torno al 65%. En esta ocasión, se aplicarán a la población general hasta 14 vacunas que incluyen la polio, el sarampión, la tuberculosis, el tétanos neonatal, la rubéola congénita y diversos tipos de neumonías.Los bajos índices de vacunación son la principal causa de que estas enfermedades estén volviendo con más o menos intensidad en distintas zonas del país, especialmente en Chihuahua, en el caso del sarampión, además de Oaxaca. En el caso de la tos ferina, los brotes se concentran en Nuevo León, Ciudad de México Aguascalientes y Oaxaca, aunque hay más Estados afectados. Las razones que explican estas bajas tasas son diversas, desarrolla Mauricio Rodríguez Álvarez, portavoz del programa de riesgos epidemiológicos de la UNAM: pueden ir desde una baja percepción del riesgo hasta cuestiones ideológicas, ya sea de tipo religioso o sencillamente debidas a “información científica mal interpretada” que lleva a un rechazo general de este método de prevención. Este último grupo, conocidos informalmente como antivacunas, ha crecido al calor de la pandemia de covid-19 y tiene un impacto cada vez mayor en la salud pública a ambos lados de la frontera norte. David Kershenobich habla sobre los programas de vacunación contra el sarampión y tos ferina esta mañana en la conferencia de prensa de Claudia Sheinbaum. Gabriel Monroy /Presidencia“Todos los casos de sarampión vinieron a través de importación”, ha especificado el secretario esta mañana. Los 39 pacientes detectados en Chihuahua, todos sin vacunar, se contagiaron durante un viaje en Texas; de los otros cuatro que ha reportado Oaxaca, uno se infectó en Lagos y ese fue quien posteriormente contagió a los demás. “Texas tiene un brote como nunca antes”, incide Rodríguez Álvarez, “y es porque esa comunidad en particular no vacuna y, claro, en el otro de la frontera de México hay una comunidad idéntica a ellos, porque soy ellos mismos, que están a un lado y a otro, y por eso se han contagiado en Chihuahua”.Quienes se llevan la peor parte son los niños menores de cinco años, la población más vulnerable y con mayor riesgo de mortalidad en caso de contagio, a diferencia de la población adulta, con síntomas más leves. Según el Observatorio Mexicano de Vacunación, solo el 8,8% de los niños de hasta dos años están vacunados. El porcentaje asciende hasta el 25% entre los menores de tres años y sube hasta el 36,3% entre los de cuatro, pero en ningún caso alcanza siquiera la mitad de la población, según el último reporte, de diciembre de 2024.El desabastecimiento de vacunas también puede jugar un papel clave en las bajas tasas de vacunación de la población, a veces, simplemente, por “oportunidades perdidas”, en palabras de Rodríguez Álvarez. “Esto sucede cuando la gente va al centro de vacunación y en ese preciso momento no hay la vacuna que se requiere, y luego no regresa y se retrasa el esquema”, desarrolla. También puede ocurrir que en la unidad médica no puedan abrir un frasco de cinco dosis para aplicar una única porción, puesto que se desperdiciaría el resto. Según el especialista, son fallos habituales en cualquier sistema que precisamente las campañas intensivas de vacunación contribuyen a paliar, ya que se aseguran que van a existir los viales necesarios y que la población sabe adónde ir para que se lo suministren. A nivel local, de hecho, y con motivo del brote en sendas enfermedades, ya se están reforzando las vacunaciones en los Estados afectados, cuenta.El subsecretario de Integración y desarrollo de Salud, Eduardo Clark, ha anunciado esta mañana que han solicitado 313 millones de piezas que corresponden con el abasto de un mes y medio. Se han recibido ya 74 millones y esperan recibir los 239 restantes entre el 18 y el 30 de marzo. El secretario del ramo, David Kershenobich, ha enfatizado que hay suficientes vacunas para cubrir las necesidades del país, aunque los expertos apuntan dudas sobre la suficiencia en la compra de abasto, cuya información no suele llegar completa a las unidades médicas, y muy especialmente señalan problemas en cuanto a la distribución específica de ese material. “No llega a todos los lugares como debería o como llegaba antes”, dice Óscar Sosa Hernández, que lo ha vivido en su propia experiencia en un municipio de la sierra de San Luis Potosí. Los problemas de abastecimiento, dice este experto, vienen de 2019, y entonces ya se registró otro brote de sarampión.

México retoma las Semanas Nacionales de Vacunación en pleno brote de tos ferina y sarampión
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