En el orden del día de la Conferencia General de Presidentes Autonómicos, que se celebrará el próximo viernes, se ha incluido un tema controvertido, de calado y que jamás se aborda en una campaña electoral o el Congreso de los Diputados: la financiación autonómica de las universidades públicas. Pocas hacen los deberes y la clasificación global del Center for World University Rankings (CWUR), hecha pública este lunes, indica que el 81% de los campus españoles que aparecen en la lista de las mejores 2.000 instituciones del mundo pierden posiciones respecto a la edición de 2024. CWUR achaca este declive a la falta de medios, mientras otros países ―especialmente de Asia― hacen un esfuerzo extra, convencidos de que su presente y futuro pende de no perder comba en la sociedad del conocimiento.“Con 53 universidades españolas en el ranking, España está bien representada entre las mejores universidades del mundo”, afirma Nadim Mahassen, presidente del Center for World University Rankings. “Sin embargo, lo preocupante es el retroceso de las instituciones académicas del país debido al debilitamiento del rendimiento en investigación y la limitada financiación por parte del Gobierno”. La clasificación tiene en cuenta la calidad de la educación (un valor del 25%), el empleo de antiguos alumnos (25%), la calidad del profesorado (10%), los resultados de investigación (10%), las publicaciones de alta calidad (10%), la influencia (10%) y las citaciones (10%). A la cabeza está la Universidad Autónoma de Barcelona.Aunque Mahassen hable del Gobierno ―se sobreentiende que el central― el grueso de la financiación de las universidades está en manos de los ejecutivos autonómicos, que suelen ser rácanos en su aportación. El Gobierno de Pedro Sánchez, que provee de fondos para investigar, tampoco tiene motivos para sacar pecho; aunque ha hecho un esfuerzo importante por dotar de fondos a la ciencia, aún se está lejos de Europa. La partida ha crecido casi el 40% entre 2018 y 2024, según los datos oficiales; y planeaba que aumentase un 32% entre 2024 y 2027, pero la prórroga de Presupuestos dejan en el aire sus pretensiones.“Mientras varios países están dando alta prioridad al desarrollo de la educación y la ciencia, España lucha por mantenerse al ritmo. Sin una financiación más sólida y una planificación estratégica, España corre el riesgo de quedarse aún más atrás en el acelerado contexto actual”, prosigue Mahassen.La Ley Orgánica de Sistema Universitario (LOSU) fija como objetivo que se destine un 1% del Producto Interior Bruto a la Universidad en 2030. Una meta alcanzable en principio ―la inversión ahora ronda el 0,7%―, pero que no está claro que todos los gobiernos autonómicos estén dispuestos a lograr. Aún así, de conseguirse, a España le quedaría un trecho porque la inversión en Europa ronda el 1,2%, con muchos países por encima del 2%.El caso más grave es el de Madrid, la comunidad más rica, que está en el 0,5%. Cataluña, que se hallaba en el furgón de cola, está avanzando y su presidente, Salvador Illa, se ha comprometido a cumplir la meta de la LOSU para 2030. En el ranking CWUR nueve entidades mejoran (Autónoma de Barcelona, Valladolid, Alicante, Coruña, UOC, Europea, Vic, León y Alcalá) respecto a 2024, una se mantiene (Vigo) y 43 bajan. “El mayor factor que explica el declive de España es su rendimiento científico, que se mantiene en dos universidades, sube en nueve y cae en 42”, se señala en el informe del ranking.La Universidad Autónoma de Barcelona ocupa el primer lugar (126), seguida de la de Barcelona (136), Complutense (253), Valencia (298) y entre el 310 y el 432 la Autónoma de Madrid, Granada, País Vasco, Politécnica de Cataluña, Sevilla y Pompeu Fabra, todas ellas públicas. La Carlos III de Madrid, muy prestigiosa, previsiblemente no aparece por su pequeño tamaño que le penaliza cuando se mide a otras.La primera universidad privada ―hay 42 en funcionamiento― es la de Navarra, que ocupa la undécima posición entre las españolas, y solo otras cinco entran en este grupo de las 2.000 mejores instituciones académicas, mientras que se posicionan 47 de las 50 públicas (aunque dos son singulares y no imparten grados). Fuera de España, Harvard, MIT y Standford, de titularidad privada y en Estados Unidos, lideran el ranking. La cuarta y quinta posición son para dos británicas públicas: Cambridge y Oxford. Estados Unidos tampoco se salva de las críticas del presidente de CWUR: “Aunque sitúa aún en el top mundial a sus universidades, el declive de la mayoría de las instituciones de educación superior en Estados Unidos debería ser motivo de preocupación para Linsa McMahon, secretaria de Educación, y para la Administración Trump en su conjunto”. Por primera vez China sitúa a más universidades que este país en el top 2.000 mundial.

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